Los conejos son animales que despiertan la ternura de manera casi espontánea y su constante convivencia con los humanos hace que algunos les despierten el interés como mascota. No obstante, hay que tener en cuenta que requerirá cuidados especiales que consideren su naturaleza, instintos y características. Además, contrario a la creencia popular, el conejo no es un roedor, sino que pertenece a la familia de los lagomorfos, razón por la que requerirán cuidados distintos a animales como los hámsters y cobayas.
Uno de los primeros detalles que hay que tener en cuenta es el espacio donde se alojará el conejo. Algunos expertos recomiendan adaptar un cuarto o jardín entero para su uso, ya que son animales que los espacios pequeños pueden ocasionarles ansiedad. En caso de optar por una jaula, es importante que cuente con al menos 80cm2 y que sea la adecuada para el espacio destinado al conejo (exterior, interior, conejeras). Dentro de la misma no debe faltar una bandeja o esquinero para sus necesidades, el cual puede rellenarse con viruta prensada; biberón con mínimo medio litro de capacidad; dispensador o cuenco para su alimentación; alguna cama o trapo y enriquecimiento ambiental, especialmente maderas para roer que no hayan sido tratadas. Los esquineros deberán limpiarse diariamente, mientas que la jaula requerirá de una limpieza profunda por lo menos una vez por semana.
En cuanto a su alimentación, existen diversos piensos en el mercado, lo ideal es asesorarse con el veterinario para encontrar el que mejor se adapte a las necesidades del animal, como regla general no deben contener semillas ni cereales añadidos. Igualmente, es importante que tengan heno a su disposición ya que favorece su digestión y ayuda a desgastar sus dientes. Adicionalmente se les puede brindar verduras y frutas como acelga, apio, pepino, espinacas, hojas de zanahoria, pera, melón, uva, manzana. Algunos alimentos como los frutos secos, legumbres y cereales son dañinos para ellos, especialmente papa, cebolla, ajo, aguacate, chocolate, bambú y hojas de té son alimentos venosos para ellos.
En cuanto a su higiene, no es recomendable bañar a un conejo salvo casos de extrema necesidad, en su lugar pueden emplearse paños humedecidos para limpiar zonas en concreto o refrescarlos. Por otra parte, es importante cepillarlos habitualmente procurando movimientos suaves y con cuidado. Las visitas al veterinario son sumamente importantes, preferiblemente con un especialista en animales exóticos que le proporcione sus vacunas y haga revisiones al menos cada seis meses. En su primera visita se requerirá un examen en las heces para descartar parásitos. La esterilización es recomendable para evitar los comportamientos de celo y el desarrollo de tumores.
Los conejos son animales de actividad física alta en condiciones naturales, por lo que agradecerán pasar un tiempo considerable fuera de la jaula, siempre bajo supervisión y evitando que tenga acceso a objetos peligrosos como cables. También se pueden diseñar recorridos para ellos y aportar diversos juguetes que despierten su curiosidad. En algunas tiendas incluso venden arneses para sacarlos a pasear, en estos casos se recomienda acostumbrarlos al arnés un par de días antes y buscar espacios tranquilos, como parques, alejados de otro tipo de mascotas, especialmente perros.
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