En los últimos años la nostalgia ha sido moneda de cambio en el entretenimiento: desde remakes de princesas y series situadas en los ochentas, hasta homenajes a artistas fallecidos. El anime no se ha quedado ajeno a este fenómeno y si bien casi cualquiera conoce el caso de Boruto, este año sucedió algo similar con otra de las series que formó parte de la niñez de varios millenials: Inuyasha.
Hanyo no Yashahime (también conocido como Yashahime: Princess Half Demon) retoma el universo en el que se desarrollan las aventuras del entrañable grupo de cazademonios de la era feudal. Sólo que ahora el manto del protagónico lo cargan las hijas de los hermanos demonio de la anterior serie. Para explicarlo mejor: Towa y Setsuna (hijas de Sesshomaru) viven juntas en el bosque hasta que un incendio hace que se separen y Towa termine viajando al futuro donde será criada por Sota (hermano de Kagome). Diez años después, las hermanas vuelven a encontrarse y junto con Moroha (hija de Inuyasha) empiezan una nueva aventura que une el pasado, presente y futuro.
La trama principal del argumento puede entenderse hasta cierto punto sin necesitar ser un conocedor de historia original, incluso el primer capítulo se encarga de refrescar la memoria al adaptar el epílogo del manga original, asentando una especie de estado de la cuestión. Después de esta aparición, son las tres jóvenes quienes tienen el total protagonismo de la historia. No obstante, es cierto que la serie está estrechamente conectada a su predecesora, por lo que algunas apariciones de personajes secundarios y eventos se aprecian mejor cuando se conoce la historia original.
Uno de los rasgos más llamativos de la serie es la manera en la que dosifica la información que da a la vez que maneja varias líneas temporales al mismo tiempo, un poco similar a The Witcher, donde es importante poner atención a los episodios para ir enlazando la cronología de eventos, o al menos durante los primeros capítulos previo a que la acción se desarrolle plenamente. Además, el diseño de personajes estuvo a cargo de la propia Rumiko Takahashi, la mangaka de Inuyasha y aunque sólo supervisa la secuela, ciertamente el trabajo que ha hecho con las tres princesas es memorable, un equilibrio entre los rasgos de sus padres con una personalidad y evolución propia.
Ciertamente, tras 20 años del estreno de Inuyasha y con una historia que tuvo un cierre completo, pareciera que no había necesidad de una secuela. Dentro de todo, Yashahime se las ingenia para hacer una historia interesante con un aura de misterio que te hace continuar viéndolo para saber el destino de sus personajes. Puedes disfrutar de un episodio nuevo cada viernes por Crunchyroll y ahora también en español latino.
LAT