Los más pequeños de la casa podrán disfrutar de unas vacaciones diferentes gracias a EquHill, que realizará el EquEaster en el marco de las vacaciones de primavera: del 29 de marzo al 2 de abril y del 5 al 9 de abril. La idea es que los pequeños puedan convivir con la naturaleza, descubrir detalles como el proceso de la gallina para poner un huevo o el cuidado que requiere un caballo a la vez que aprenden a trabajar en equipo en grupos de edades variadas donde hasta los más pequeños tienen algo que aportar.
Durante las mañanas, los pequeños se encargarán de cuidar a los animales de la granja terapéutica, realizarán actividades artísticas y experimentos, buscarán huevos de pascua y, por supuesto, montarán a caballo “nuestro método se basa en vaulting, que es gimnasia sobre caballo y lo que buscamos es que los chicos aprendan sobre el caballo a obtener confianza, fuerza, equilibrio, sentirse dueños de su propio cuerpo” explica Gema Daniela Rayas.
En cuanto a las medidas sanitarias, además de que todas las actividades se realizan al aire libre en un espacio amplio, todas las mañanas se realiza un filtro sanitario, se fomenta un constante lavado de manos y se desinfectan los equipos entre un jinete y otro. Los grupos son reducidos con un guía por cada grupo. Los niños pueden inscribirse a ambas semanas o bien participar sólo en una de ellas.
En cuanto a los beneficios de convivir con los caballos, Raya menciona “dentro de los servicios que ofrecemos, damos clases de equitación, equinoterapia, vaulting, salto podemos darnos cuenta como es convivir con un animal que es mucho más grande y fuerte que nosotros, les da un sentido de respeto hacia sí mismos y hacia los demás. Todos los deportes ecuestres son deportes de binomio, es un deporte en el que no puedes crecer tú sólo, sino que tienes que crecer con tu caballo y viceversa”.
Estos animales incluso pueden acompañar a niños con alguna dificultad para relacionarse u otras cuestiones “chicos que no logran caminar correctamente, los movimientos del caballo son tridimensionales, lo que incluso puede asemejar la marcha humana, por eso los usamos como compañeros para dar terapia”. Dentro de su experiencia a lo largo de tres años trabajando con chicos comenta que “termina siendo un lugar en el que con la libertad que nos da la naturaleza, pero también con el mismo respeto que nos pide, logramos vencer muchas cosas”.
LAT
