En #DeLucrecia de la autora y psicóloga Mariela Giménez, la protagonista descubre que los cuentos de hadas no existen y que los monstruos acechan en la vida real. Un robo millonario, una familia envuelta en una trama de poder y corrupción y una mujer que, en busca de la libertad, encuentra el amor. Una historia en la que nada es lo parece y la víctima puede ser también la heroína.
Mariela Giménez es psicóloga y escritora, ávida lectora, descubrió en la temprana adolescencia que tenía sus propias historias que contar. El camino de esta novela tomó tiempo, “a mí me gusta decir que más que un libro, inició como una experiencia literaria, porque nació un poco de la impotencia y de mi bronca con la situación que estamos atravesando con la violencia de género, tratar de convertir eso en algo positivo. En la sensación de no quedarte aferrado a eso y poder hacer algo contra esas sensaciones”, compartió sobre la novela publicada por VR Editoras.
Se trataba de una historia que comenzó y dejó para continuar después, llegando el momento exacto para hacerlo hace unos años, “creo que no hubiera sido posible que viera la Luz si no hubiera sido a través de una experiencia la cual yo compartí lo que me sucedía y muchas mujeres del otro lado se sumaron a la iniciativa de empezar a leer y reflexionar acerca de esto. Durante enero y febrero del 2017 compartí un capítulo por día y durante el resto de la jornada nos poníamos a reflexionar, a vernos a través de esta historia, que simplemente era ficción pero que de alguna manera nos ayudaba a pensar”.
Lucrecia es producto de su vivencia como mujer, “de aquello que nos ocurre, de tratar de ponerme en la piel de una persona que atraviesa una situación difícil que es la violencia de género. Yo fui testigo de una situación de violencia en la calle, no me pasó a mí, le pasó a alguien, una persona desconocida y en ese momento me paralice, no pude reaccionar y me quedé muy enojada conmigo misma. Creo que este libro trata de abrir los ojos a los demás, para que no les suceda lo que me pasó a mí”.
Ser psicóloga le fue de utilidad para escribir el libro, “no sé cómo lo hubiese hecho de otra manera, porque es lo que soy, es una forma de mirar el mundo. Tengo ya casi 20 años en la profesión y eso también me denota algunas habilidades a nivel teórico para poder encarar la construcción de un personaje. Sin embargo yo creo que fueron ambas cosas, también al ser sensible a la situación de ser mujer en esta época. No sé cómo podría haber escrito esta novela un varón por ejemplo, porque creo que eso también condiciona la forma de vivir, hace muy poco escuché un estudio en que decían que el peor día de un varón al salir a la calle es que le roben la billetera y una mujer es el ser violada y así te das cuenta de cuál es la sensación de temor que a veces se producen”.
Por otra parte como escritora compartió que se trató de un proceso “muy intenso, porque sabía que iba a cargar un tema muy difícil. Creo que el principal desafío fue tratarlo con el mayor respeto posible, pero también con la mayor fidelidad posible. Es un tema que no se puede adornar ni tampoco romantizar y eso era un hilo muy fino a cuidar”.
“Me parece que es tan importante la posibilidad que nos dan los libros de repensarnos. Yo pienso lo importante que es que editores como VR Editoras, se atrevan a publicar una historia con esas características, porque me parece que lo que el editor pone en una mesa para que se ha leído, también es un mensaje muy claro de lo que le interesa. Quiero pensar que cuando mi hija, que ahora tiene 2 años, ya cuando sea un adolescente, o una mujer, pueda leer y estoy orgullosa de que siento que esto es lo que nos interesaba decir”, finalizó.
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